martes, 13 de marzo de 2018

Niños de La Pintana que crecen sin sus papás


Lo recuerdo siempre al fondo de la sala, siempre en ese rincón donde nunca llegaba el sol, con esa camisa blanca radiante que le quedaba grande a su delgado cuerpo. Nunca le gustó llamar la atención ni presentar frente a la clase. Llegó en 6 básico y a los pocos días nos dimos cuenta que era tranquilo, por eso a todos en el curso nos terminó cayendo bien el Camilo, hasta lo elegimos el mejor compañero los últimos 2 años que estudiamos en la escuela básica Tupahue (ex 534).

En séptimo teníamos que hacer un trabajo en grupo del cual no recuerdo nada, ni siquiera recuerdo cómo pero terminé haciendo grupo con el y otros 3 compañeros. El trabajo era algo largo así que Camilo ofreció su casa para que avanzáramos fuera de clases. Juan, un compañero que sabía donde vivía el camilo me pasó a buscar a mi casa. En esos años no existía google maps así que o te dibujaban el camino en una hoja o alguien te llevaba a los lugares. Nos metimos por una calle ancha desde San Ramón, dónde vivía yo, hacia La Pintana, ese fue el primer día que entré profundamente en sus poblaciones.

Caminamos unos 15 minutos pasando frente a rejas oscuras, con latas o maderas que no permitían ver hacia adentro, como si tuvieran algo valioso que ocultar pero solo estaban para proteger el interior de la casa, tanto de la mirada de alguien que buscara algo que robar para salvar el día como de alguna bala loca que por mala suerte llegara a impactar el lugar. La confianza entre vecinos no era precisamente lo que había dejado el neoliberalismo, más bien triunfó un individualismo que sigue destruyendo las comunidades. Parecía que mientras más caminábamos más pequeñas se iban haciendo esas casas, que solo el gris del cemento y la tierra pelada predominaba en esas calles sin áreas verdes, entregando un panorama visual que solo desalentaba a quienes caminaban resignados a través de ellas. Llegamos donde el Camilo, su reja no era como las demás, los delgados fierros dejaban ver el patio que no tenía mucho que ofrecer, debe haber sido de unos 5 metros de largo y 3 metros hacia dentro hasta la pared solida de ladrillos donde la pintura roja se desteñia y resquebrajaba por efecto del sol. El suelo del patio era de tierra y habían piedras de gravilla que parecían haber sobrado. habían latas y un tarro de pintura grande donde ponen la basura, no vi alguna planta que pudiera ayudar a hacer el lugar más acogedor. Llamamos al camilo y nos hizo pasar, caminamos por una baldosas sueltas de cemento gris que unían la puerta exterior con la entrada de la casa. Al entrar el living era oscuro y tenía pocos muebles, en un sillon de un café desteñido estaban sus dos hermanos, uno menor que el y otro mayor, en la tele jonny bravo intentaba una vez más sin éxito conquistar mujeres en el cartoon network, tenían cable pero se colgaban de la conexión del vecino previo acuerdo de pasar unas lucas. Su mamá trabajaba haciendo aseo en un supermercado y llegaba como a las 7, de su papá nunca nos habló pero era una figura ausente, yo nunca le pregunté por el, primero porque cuando era chico no me metía en esas cosas y segundo, crecer sin papá era algo que yo consideraba normal cuando chico porque lo había visto en varios vecinos y primos, además el camilo era callado y nunca tuvimos la confianza como para conversar sobre esas cosas, los dos eramos niños introvertidos. La cosa es que en su casa había la libertad de hacer lo que quisieran siempre que al llegar su mamá la casa estuviera en orden. Avanzamos un rato en lo que teníamos que hacer y despues nos pusimos a ver Matrix con sus hermanos que la habian puesto hace en un rato en un VHS pirata. El hermano menor sentado en el suelo frente a la pantalla repetía junto a keanu reeves todos sus diálogos mientras el Camilo y su hermano mayor comentaban distintos errores que habían encontrando en cada escena. A mi me gustaba matrix pero nunca entendí esa fascinación extrema hacia ella, tal vez encontraron una especie de respuesta en el concepto de vivir en una realidad que es una ficción , un consuelo de niños que soñaban con la posibilidad de que esa pobreza y esas calles grises fueran en realidad una especie de sueño del que se pudiera escapar.

Mientras Morfeo le explica a Neo que nació en una prisión mental llamada Matrix, el Camilo nos habló con cierto entusiasmo del potrero que estaba cerca de su casa, nos contó que habían lagartijas, ranas y serpientes. Así que fuimos al potrero, cuatro niños de 11 años viviendo la vida salvaje, Camilo fue con una onda. El potrero quedaba cruzando Avenida Observatorio, había un largo muro de concreto que intentaba cerrar el lugar pero tenía varios hoyos por donde se podía ingresar. Al entrar era solo un gran terreno abandonado, en donde maleza y pequeñas flores habían logrado desarrollarse, el pasto en el lugar era tan largo que nos llegaba por sobre los tobillos. pequeños arroyos y humedales iban apareciendo a medida que avanzabamos. Cuando grande entendí que eso quedaba entre el campus agrónomo de la U. de Chile y un consultorio. Si uno caminaba más adentro podía encontrar caballos y pequeñas plantaciones. A pesar de que esa tarde no vimos ningún reptil, entrar ahí para nosotros fue una gran experiencia, poder abstraerse por un rato y olvidar que vivíamos en una ciudad a pasar al campo a cazar era algo que no pensábamos que ocurriría esa tarde y que hoy me parece difícil de lograr en la urbe cada vez más moderna que es Santiago. No estuvimos mucho tiempo porque ya era tarde pero ese día quedó marcado.

Al día siguiente hablamos de esto con otros compañeros y quedamos en volver, esta vez seríamos más. Juan me pasó a buscar nuevamente y partimos, ese día el Camilo prefirió quedarse viendo Matrix, el vivía cerca del potrero, ya había ido muchas veces así que no era novedad para el. Llevamos tarros chicos de pintura, palos y ondas. Creo que volvimos un par de veces, recorrimos todo el extenso terreno, no tengo recuerdo de que hayamos capturado a alguna lagartija, vimos a algunas, en una ocasión un compañero dijo ver una serpiente pero no teníamos ni la habilidad ni la experiencia para cazar, para suerte de estos reptiles. A fin de cuentas éramos solo niños de ciudad jugando a ser cazadores.

De a poco nos fuimos distanciando con el Camilo, en realidad nunca fuimos muy cercanos pero el último año juntos ya ni siquiera hablábamos. El entró en el mundo del hip hop y yo me dejé arrastrar por el rock, de el fue que escuché por primera vez la historia de Tupac Shakur. Me hubiera gustado haber visto en ese tiempo lo que él vio en el rap, yo lo entendí muchos años más tarde. Terminamos juntos la educación básica, ahí está el en mi cuadro de graduación, aparece serio, con la mirada fría, como concentrado en algo, preocupado. No volví a saber de él hasta muchos años después y de una forma muy trágica.

Ocurrió una noche de verano en Gran Avenida. Camilo iba de regreso a su casa con 3 amigos en un auto. Ya habían pasado Américo Vespucio cuando quien conducía perdió el control y el auto terminó incrustado en un poste luego de romper una barrera de contención, el aun delgado cuerpo del camilo quedó incrustado entre los fierros y su sangre terminó mezclada con el vidrio molido que generó el impacto. Yo lo supe horas más tarde mientras miraba el noticiero de medianoche antes de dormir, todos murieron, no encontraron botellas de alcohol en el lugar. A los días siguientes el drama creció, vi a sus hermanos llorando junto a su mamá frente a las cámaras. Todos los vecinos decían que era buena persona, que era tranquilo y que no hacia nada malo, lo mismo que dicen siempre pero esta vez yo sabía que aquello era real porque tenía el recuerdo vivo del Camilo siendo el compañero al que todos queriamos. Mi ex compañero llevaba una larga relación de pololeo y pronto iba a ser papá. Prefiero pensar que murió de forma instantánea, que no tuvo un último momento para pensar en nada, y que si tuvo un último momento de lucidez pensó en Matrix y no en su hijo que pronto iba a nacer, con el cual soñaba con hacer feliz y entregarle la figura paterna que él nunca tuvo.

lunes, 25 de diciembre de 2017

La novela que nunca voy a escribir




Tratar de retratar a la familia moderna chilena en un futuro distópico. Año 2021, Los países sudamericanos están presididos por la derecha, y apoyan al gobierno republicano de estados unidos. Este mantiene un conflicto con la alianza ruso-Chino-Coreana, estalla una guerra y la alianza de oriente decide atacar a todo el continente americano ya que cuentan con una fuerza bélica de millones de soldados y miles de armas. Esta familia chilena conformada por un padre, una madre, la abuela, y 3 hijos se oculta en un bunker que mantenían debajo de su casa y desde ahí logran sobrevivir al ataque de los soldados chinos que finalmente logran tomarse el país. Los 3 hijos: uno de 10 años adicto a un juego online que al perder el internet ( porque los chinos sabotean las conexiones nacionales) comienza a volverse loco, Una hija de 17 que se suicida estando en el búnker sin dejar en claro sus motivos. Un hijo de 20 que comienza a cuestionarse porque están encerrados e investiga en el pc de su hermana porque decidió quitarse la vida ( esto se me ocurrió antes que saliera 13 reason why por la chucha), además hace retrospectivas, analiza su vida. La hija en algún momento fue violada aun no se por quien ni cuando. Acaso la violó el papá mientras estaba en el bunker? podría darle dramatismo (por la chucha, me gusta esta tipografía droid sans pero tiene un problema con el acento, gringos culiaos ñññññññññññññññññ), pero un padre que construye un búnker para proteger a su familia violaría a su hija? no se, puro shock value? por que ocupo términos en inglés?. bueno claramente este joven de 20 años es el protagonista, mientras está en el bunker ve películas extrañas que había guardado en un disco duro y las va describiendo, películas que no existen, como por ejemplo una película post-apocalíptica de niños que viven en los tuneles del metro de santiago, otra de terror llamada los detenidos desaparecidos zombies que es malísima, otra muy seria sobre hans pozo, un documental que va buscando a todas las personas que se han creído mesías en chile como el hombre que se tiró a la jaula de los leones en el zoológico metropolitano, describe un montón de cosas que no existen realmente, como músicos trap que viven en un psiquiátrico y un sitio web de brujería pinochetista. La historia está escrita en tercera persona por lo que podemos saber que piensan sus padres, ellos estuvieron separados antes que naciera su hijo menor, volvieron más por conveniencia que por amor real, sienten cariño el uno por el otro pero no se aman realmente. La abuela a veces recuerda su vida, y hace comparaciones con los tiempos actuales, serán temas clichés estos, aportan realmente a una historia? por qué no usó el símbolo para abrir una pregunta “¿” ? gringos culiaos otra vez ññññññ (el otro día leí en twitter que para escribir una pregunta podríamos solo utilizar este símbolo “¿” porque uno sabría al leer el inicio de la frase que es una pregunta y no al final de la frase, lo encuentro una buena conclusión ).

A veces aparece el fantasma del abuelo y habla con los personajes, nadie se cuestiona su intervención. Hay un conflicto porque algunos quieren salir y otros se quieren quedar en el bunker, en una ocasión el hijo menor logra salir porque ya no aguanta vivir sin internet (niño rata ja), un soldado chino se da cuenta y entra al bunker, digamos para agregarle emoción. Cosas que pasan en el desenlace: el matrimonio se rompe porque era una mentira. el hijo mayor descubre que su hermana tenía un blog donde contaba toda su vida y logra comprender porque se suicido, la abuela desaparece sin dejar rastro, el niño rata es asesinado por un chino, mmh tal vez. El protagonista comienza a cuestionar a su padre si vivir encerrados es una forma digna de vivir o si hubiera sido mejor salir a luchar con los soldados y haber muerto defendiéndose, le dice que es un cobarde, el padre le responde que ni siquiera valora los esfuerzos de él por protegerlo. No se que más concluir, no se como cerrar esta historia. Todos muere, llegan los gringos y se salvan de alguna forma, se van los chinos y queda Sudamérica como un tierra arrasada y fantasmal, no se concluir.

Esta es la novela que no puedo escribir porque no me nacen las ganas, porque sería invertir horas en una historia que no se si sería interesante para alguien, creo que las historias ya no son importante, lo que importa es cómo desarrollarlas y el estilo y eso es algo que no siento que tenga aun, me gustaría que estuvieran las voces de todos los integrantes de la familia, que se distinguieron entre sí, que tuviera harto material gráfico y bibliográfico de cosas que no existen, crear un universo en torno a la novela que sea creíble y expandido. Pero esta es una  historia que no se por donde comenzar a abordarla, alguien la tomaría en cuenta? importa preocuparse por eso entre lo efímero que es escribir ficción en un país sudamericano como Chile donde poca gente lee? en el mejor de los casos podría vender algunas copias, aparecer en unos diarios y ya está, ser escritor no significa nada y no me aportará mucho para poder sustentarme económicamente. La verdad es que estas preguntas de mierda y estar preocupado de esto no importa tampoco, debería escribir por las ganas de escribir, escribir para mi, por esa extraña sensación que bolaños llamó la sombra del éxtasis. Pero no se si escribir esta historia, no se si la desarrolle alguna vez, quedará ahí, perdida entre los recovecos de mi memoria, como esa historia del asesino del sur de chile, como todas estas historias que nunca voy a escribir.

Ojalá ser menos disperso y enfocarme en una sola cosa y no en escribir cuentos y novelas, en dibujar, diseñar, intentar hacer música, crear lámparas, hacer páginas webs, programar bots, querer hacer cómic, querer hacer juegos, querer ser youtubers ajjajajajaja, ser tatuador, ser locutor de radio, escribir en algún medio, hacer un podcast, estudiar parapsicología, quiero hacerlo todo pero no me enfoco en nada y todo me sale mal y algunas cosas ni siquiera salen. Mario Levrero me encomiendo a ti, qué harías tú en mi lugar?.

Para comenzar si yo fuera escritor me podría Sebastián Salvo, haciendo lo mismo que hizo Mario Levrero, usar el segundo nombre y el segundo apellido.

le agregaría una mascota a la familia, un loro.

La familia como concepto de nido de protección pero también como un encierro, tal vez esta historia no sea tan mala.

domingo, 29 de octubre de 2017

Porque odio a los payasos

El otro día en la micro se subió un payaso y justo dos días antes había perdido mis audifonos, mala suerte culia, fue una tortura. Lo que me aburre de los payasos es que repiten la misma rutina de mierda, esa de que “si estoy mintiendo que suene la bocina”, además siempre es sobre cosas como “las mujeres son infieles”, la típica lucha de hombres versus mujeres y que no quieren a su suegra y hueas así. Recuerdo que cuando chico al primer payaso que vi en una micro me hizo reir, pero después con el tiempo supe que ese payaso era una horrible persona y creo que por él siento una desconfianza por los payasos. Cuando tenía como 6 años con mi hermana tomamos la 123 de las micros amarillas, no sé a dónde íbamos. Con nosotros se subió el payaso Zapatito, hizo su show del cual no recuerdo nada excepto el final de su rutina, cuando dijo que se subió a hacer su show porque estaba enfermo y necesitaba plata para pagar su remedio, sacó una caja de un pisco debajo de su chaqueta verde y dijo “este es el remedio que tengo que tomar, con esto me curo altiro” a mi me pareció el mejor chiste que había escuchado en mi vida.

Después caché que el payaso Zapatito vivía cerca mio, en la misma calle. Después caché que tenía una hija de mi edad y un hijo más chico, a ella yo la encontraba muy linda. Sus abuelos maternos vivían cerca de una plaza donde yo como a los 11 años iba a jugar, ahí hablamos, pocas veces pero las recuerdo, me gustaba un poco. La veía pasando con su mamá que llevaba un coche con su hermano y a ella al lado. Un día supe que su mamá tenía cáncer, mi mamá se sabía todas las copuchas del barrio, de ella saqué eso. Al tiempo su mamá murió y el payaso culiao desapareció, nadie sabe dónde está. La abuela de esta niña y mamá del payaso, se hizo cargo de los nietos. Hasta ella reconocía que su hijo valía callampa, que fue lo peor que hizo en su vida y que lo único bueno fue darle sus nietos, mi mamá hablaba con la señora, así yo sabía todo. Ahora recordé que el payaso de la micro de ahora una vez lo vi discutiendo con su esposa/pareja después de hacer el show. Los payasos de micro son la peor huea.


Después me fui de ahí y dejé de ver a esta niña hasta que años después volvimos con mi familia al barrio. Ahí la volví a ver, me la encontraba en la micro, la mayoría de las veces con su hermano, me seguía pareciendo linda pero ahora ya no me daba la confianza de hablarle, cuando era chico esas cosas se daban solas y además no conocía ese miedo de que no te hablaran de vuelta. Después pasó un día que me acordé de ella y conocía la dirección donde vivía, que era donde su abuela paterna y justo en ese tiempo el servel se mandó la cagá de publicar las direcciones y datos de todos los que estaban inscritos en el sistema electoral, yo no sabía su apellido solo su nombre, así que bajé el PDF del servel de la comuna y la busqué, ahí encontré su nombre completo, lo puse en facebook y apareció, salía que estaba pololeando y que estudiaba relaciones públicas o algo así en la U. de Chile. No me dio la confianza para agregarla a Facebook, tampoco esa era la intención al buscarla. Revisé sus fotos y tenía unas con su pololo y otras con su hermano y sus abuelos de vacaciones en el sur, se veía feliz. En ninguna foto estaba su papá pero tampoco parecía que faltara.

jueves, 13 de abril de 2017

Amante Bandida



Elena

La idea de robar comenzó cuando la Alejandra me confesó, mientras estaba borracha, que se sabía la contraseña de la alarma de la casa de su ex. No recuerdo en qué contexto me lo dijo, yo igual había tomado y me sentía envuelta en un ambiente cálido y acogedor, estaba feliz aunque recuerdo pocas cosas, recuerdo que me dijo eso y también que la besé mucho, que la abracé y dejé de sentirme sola y ebria y perdida como venía siendo la tónica en estos últimos meses.

Días después le pregunté cual era la contraseña, me dijo que la fecha de nacimiento de su ex, la Dani, la cual era hija única. Una pendejita de 18 años que vive en Ñuñoa, bonita pero que terminó aburriendo a la Alejandra y bueno también llegué yo a romper esa relación de casi un años. Cuando Alejandra la conoció, Dani tenía 16 y ella 18, la diferencia de edad terminó por separarlas, su relación por internet se veía perfecta, intercambio de frases bonitas y corazones era lo que veía aparecer en sus muros de facebook y conversaciones de tuiter, pero las relaciones de internet a veces muestran solo la parte bonita ocultando la basura, un maquillaje que muestra una cara perfecta de las relaciones pero que todos en el fondo intuimos que no es así.
Me contó que una noche estaban ellas dos acostadas en la cama de la Dani viendo Orange Is The New Black, la Ale fue al baño haciendo sonar la alarma, la Dani por flojera terminó gritándole la contraseña para detener la alarma.
Le pregunté si conocía bien la casa, me respondió que sí, en ese momento le propuse entrar a robar, me miró con sus ojitos achinados, pequeños y soltó una risa, pensó que era una broma. Le insistí, la cosa iba en serio. Se lo volví a mencionar días más tardes, dijo algo sobre el miedo, sobre que estaría mal, le dije que nadie iba a saber. La Dani publica todo por tuiter, que hace, donde está, con quién está, sus discusiones con sus papas y lo que piensa de ellos, una soberana lata la verdad leer sus problemas pero ahí están, hay gente que no tiene más opción que desahogarse por internet. Estuve atenta a su cuenta durante un tiempo, cuando se aproximaba semana santa le dijo lo siguiente a otra tuitera:

Sailor_Dani
@MissCatalia amiga no podré ir, me voy con mis papas a viña L

Era cosa de sumar. Supe que su papá había comprado hace poco un departamento en la quinta región. Se irían el jueves. Le dije a la Alejandra que fuéramos el Viernes en la tarde/noche que sería entretenido entrar un ratito. Sabía que ella estaba enamorada de mí y que si yo insistía terminaría cediendo. También en un momento sentí amor por ella pero un amor pasajero, un amor que tendía a caducar y que tantas veces lo he sentido.


Alejandra

Era un poco loca, impulsiva, por eso me gustaba la Elena. Era borracha, terminaba cuidándola cada vez que salíamos, las veces que yo quedaba decente sí. Algunas veces apagábamos tele las dos, la hueá decadente. Soporté sus vomitos, sus lagrimas y algunos insultos. Pero como toda relación el inicio fue todo lo contrario, tomar vino en caja y quedar curá era lo más romántico para mí. De apariencia parece piola, mide 1.65, es delgada de pelo liso y negro, pero es media lumpen, no sé, de una distorsión oculta y piola, loca poh. Un día quiso entrar a robar a la casa de mi ex y yo de hueona le dije que sí. Tenía más miedo que la chucha pero algo en ella me hacía sentir tranquila, ¿acaso fui la pasiva de la relación esa vez? hueas que uno piensa en retrospectiva. No volvería con ella, eso sí que no.

Me dijo que fuéramos en semana santa porque la casa quedaría sola ese fin de semana. Fue un Viernes Santo, Jesus ya estaba muerto. Nos bajamos de la 513 como a las 9 y caminamos por 5 cuadras, las calles estaban tranquilas, le tomé la mano. Llegamos a la casa y debíamos saltar la reja rápido para que la alarma sonara el menor tiempo posible. Primero subí yo con ayuda de ella desde abajo, al entrar al patio me hice una herida en el brazo con la punta de un fierro pero nada grave, no me dolió en el momento. Ella entró muy rápido como si fuera experta. Sabía que había una puerta por atrás más piola, la Elena sacó un fierro y trató de abrirla con fuerza y rápido, rompió la chapa, ya estábamos adentro. Corrí hacia la alarma y puse la contraseña. Aun tenía miedo de que llegaran los pacos y nos pillaran y todo se vaya a la mierda, pero vi a la Elena que se estaba riendo, me dio un beso, eso me tranquilizó.

 Elena
Cuando entramos sentía una cosa parecida a la felicidad combinada con euforia, en realidad iba a eso más que a robar, cleptomanía combinada con ganas de cagarme a una familia cuica, siendo yo una mina de Lo Espejo criada solo por mi mamá. Tampoco iba a robar tanto, sabía que había una Xbox y fue lo primero que busqué, estaba en la pieza de la Dani, la Alejandra entro mirando con cuidado algunas cosas, poster de las paredes, miró la ropa del closet pero no sacó nada. La tome por la cintura y le di un beso, después se apartó de mi y salió de la pieza. Ella sabía donde habían guardado el copete, botellas a medio vaciar y vinos cerrados, nos sacamos uno que tenía más de 10 años desde su cosecha, y lo tomamos de la misma botella. Había whisky y ron, eché el primero a mi mochila junto con el GTA V y el Halo 3. Me sentía excitada y acelerada, revisé otras partes de la casa: vestidos, corbatas, cremas, joyas pero todo me pareció inútil y horrible, excepto unas 40 lucas y unos libros de José Donoso que también quedaron en mi mochila.


Alejandra
Me sentí incomoda cuando entré a la pieza de la Dani, quise revisar si aún guarda las cosas que le había regalado, tonteras que le escribí, pero no tuve la valentía, menos de hacerlo frente a la Elena, vi su ropa, todo estaba igual, aun tenía una falda mía que yo no usaba y que se la terminé regalando. Tomamos vino y eso me relajo, comencé a besar a la Elena, quería culiarmela en la cama de mis ex suegros, nunca lo hicimos ahí con la Dani. En ese momento las cosas dejaron de importarme. Fuimos a esa cama americana con un cobertor café que me pareció de lo más fome posible, como si a mi ex suegra no le bastara con tener mal gusto sino que también era frígida y eso se notaba en lo aburrida que parecía su habitación. Todo fue a oscuras para no despertar sospechas afuera, desordenamos todo el lugar y ensuciamos las sabanas, con vino y con sudor y con la sangre de mi herida, comencé a perder la noción del tiempo, olvidé que entramos a robar, me perdí en ese cuarto aburrido como si estuviera en el mejor lugar del mundo pero era solo la presencia de la Elena lo que transformaba todo y me sacaba de ahí y me sacaba de mi, llevándome a un lugar parecido a los sueños, a las drogas pero sin pensar en esas hueas densas que me pasan a veces. Si no se hubiera puesto tan hueona después seguiría con ella sin duda, pero lo arruinó. Me hizo feliz durante un tiempo cortito, lo disfrute. Me hubiera gustado que ese lapso de meses hubiera durado al menos unos años.


Elena
Recuerdo poco, tome mucho. Terminamos en la cama matrimonial, enredadas en las sabanas, en el alcohol y en nuestros cuerpos, se que ella lo disfrutó más que yo porque me lo recordaba seguido. Después de eso cambió, me proponía hacerlo en lugares distintos, cuando lo hicimos en el Santa Lucia o en los baños de las discos rancias no sentí la gran cosa. La verdad es yo solo quería entrar a esa casa a robar, no para terminar en la cama de esos viejos aburridos. A las semanas vendí la Xbox con los juegos en 120 lucas por miedo a que mi mamá me preguntara de donde la había sacado. Me gasté esa plata en cogollos y ropa principalmente.

Esperé atenta los tuit de la Dani a su regreso. Se demoró sus días en tuitear, recién el martes dijo algo:

Sailor_dani
Puta flaites culiaos, entraron a robar a mi casa y lo más valioso que sacaron fue mi Xbox

Una tuitera hizo reply

MissCatalia
@Sailor_Dani amiga estas bien qué onda? D:

Ella respondió:

Sailor_Dani
@MissCatalia Estoy bien amiga, no había nadie en la casa, sacaron poquitas cosas. La alarma culiá estaba mala

lunes, 4 de abril de 2016

Álex Anwandter y el Puma




La canción Cordillera del nuevo disco de Álex Anwandter se había convertido en mi nueva canción favorita, la habré escuchado unas 20 veces pero había una parte de la letra que no entendía bien. "La verdad se tira desde el puma lab", " desde un tubo al mar" no me quedaba claro, así que me puse a escuchar esa parte en repeat. Lo más lógico me pareció que era “desde un puma al mar”. Esto por alguna razón me sonaba a algo relacionado con los detenidos desaparecidos. Así que me puse a buscar. Puse en Google helicóptero puma y la información comenzó a aparecer. El Helicóptero en cuestión es el SA 330 Puma. Ahora a la búsqueda había que agregarle "detenidos desaparecidos" y todo comenzó a tener sentido.

El helicóptero en cuestión


La caravana de la muerte consistió en un operativo ordenado por Pinochet a cargo de Sergio Arellano Stark. Quien el 30 de septiembre de 1973 partió en una comitiva al sur de chile a bordo de un helicóptero Puma con misión de matar a dirigentes de la unidad popular y personas cercanas al gobierno de Allende. El operativo terminaría en el norte con un saldo aproximado de 70 personas asesinadas. La periodista Patricia verdugo realizó una investigación sobre esto publicando un libro llamado Los Zarpazos del Puma.

Con el tiempo los valientes soldados comenzaron a hablar, algunos antes de morir para no recibir ninguna pena otros pocos por remordimiento de conciencia, explicando las atrocidades que hicieron. El general Joaquín Lagos fue uno de los pocos que habló abiertamente y cuando le preguntaron porque no habían entregado a los cuerpos a los familiares explicó que le daba vergüenza el estado en que quedaron:

"les sacaban los ojos con cuchillos, les quebraban las mandíbulas, les quebraban las piernas... Al final les daban el golpe de gracia. Se ensañaron". [...] "Se los mataba de modo que murieran lentamente. O sea, a veces los fusilaban por partes. Primero, las piernas; después, los órganos sexuales; después, el corazón. En ese orden disparaban las ametralladoras"

Antes de morir otros valientes soldados confesaron que habían lanzado cuerpos al mar con rieles para que se hundieran. Se han encontrado pedazos de metal en dos litorales distinto gracias a las confesiones.  Sergio Arellano Stark fue condenado el 2008 a tan solo 6 años de prisión cumpliendo la condena en libertad por estar diagnosticado de Alzhéimer. Murió hace menos de un mes en su casa.

La canción entonces sería así:

“Y la verdad se tira desde un Puma al mar.
A ese mar que todavía baña a los niños en el litoral.
Y los cantores cantan lalalalala
y nada más"

sábado, 12 de marzo de 2016





miércoles, 24 de febrero de 2016

Tarde en un Cine Porno

"En una sala porno, jubilados jadeantes
Contemplaban, escépticos,
Los brincos mal filmados de parejas lascivas;
Sin ningún argumento.
(...)
Tan sólo una certeza: "Eso no es para mí",
Pequeño drama oscuro."


L'amour, l'amour
Michel Houellebecq


Voy a contar todo sin filtro tal como pasó:

Un día como tantos otros estaba leyendo tuits cuando apareció el siguiente:




Era la oportunidad que tanto esperaba. Ir a un cine XXX era de esas cosas que uno de pendejo quería hacer por webear y que con el tiempo se convirtió en “experiencias que hay que vivir antes de morir”. Les había comentado a distintas personas la idea de entrar a uno de estos cines para vivir la curiosa experiencia pero no encontraba con quien ir. Al principio esas personas me decían que también les gustaría ir, que sería anecdótico y que más de alguna talla o historia saldría de eso. La idea quedaba ahí, les llamaba la atención pero nunca concretaban por miedo, plancha o incomodidad o que se yo, Ir a un cine porno (acompañado) a ver la película no es algo que haga comúnmente la gente. Respondí enseguida al tuit sin mucha esperanza:


Quedamos en que iríamos, pensé que pasaría como esas tantas veces en que la ida quedaba en nada. Había que tomar en cuenta que no conocía en persona a la tuitera en cuestión, folouback, buena onda, fav y replys, pero nada más. En ese tiempo estaba terminando el semestre así que fuimos aplazando la salida pero siempre recordándonos el compromiso. También dijimos que los dos escribiríamos sobre la experiencia. Cuando ya había salido del periodo de entregas finales y exámenes le envié dms para coordinar y de eso pasamos al whatsapp. Días después de año nuevo acordamos ir un día miércoles.

Llegó el día, salí tarde pero extrañamente llegué a la hora. Iríamos al cine más icónico en esta temática, el que está al lado de la Plaza de Armas, en una galería que olvidé el nombre. Ahí estaba yo, esperando. Ya el lugar me pareció que ocultaba algo, que se prestaba para algo más. Había un hombre joven parado en una esquipa y se le acercó un viejo, lo saludo, algo hablaron, el viejo se fue. Una mujer estaba parada al otro lado con tacos y ropa escotada. Tal vez fue solo sugestión. Habían pasado 10 minutos y pensé que no llegaría mi acompañante, que me agarró pal webeo y yo había caído ingenuamente. Entrar solo no era una opción. Pasado un rato iba caminando hacia la plaza, pensando en perderme mirando vitrinas en las distintas galerías del centro como tantas veces lo había hecho hasta que la vi aparecer. Recuerdo que andaba con un vestido, con tacos y pantis, todo de color negro. Caminé detrás de ella, sacó su celular y cuando dejo de caminar logré acercarme para saludarla, me explicó porque había legado tarde mientras caminábamos por la galería.

Desde aquí todo comienza a ocurrir muy rápido. Llegamos a la caja y una señora nos mira con cara de “¿van a compra entradas o solo andan webiando?”, esto mientras vemos la cartelera. Hay dos cines, en realidad es uno con 2 salas pero lo dividieron en dos supongo para que nadie se pase de una sala a la otra. 1500 la entrada porque era miércoles. No dejan sacar fotos así que no tengo la cartelera para mostrárselas, decidimos ver Simpson XXX, al menos promete risas. El cine queda al frente de la caseta de la cajera bajando por una escalera. Mientras bajo miro todo alrededor tratando de retener todos los detalles, hay afiches añejos y desteñidos de mujeres sin ropa. Se termina la escalera, hay que doblar a la derecha, el ambiente que había lo siento como un golpe, me marea el aire, mucho olor a cigarro, el lugar es amplio pero cerrado, no es oscuro, mucho tubo halógeno. Al centro un viejo del cual no recuerdo nada nos corta las entrada y nos apunta hacia donde avanzar, hay muchas puertas y me siento desorientado. En un costado, por unos segundos alcanzo a divisar a un hombre muy joven, debe tener a lo más 17 años, está al lado de alguien mayor, en esos segundos siento una leve sensación de horror, como una pequeña desesperación, claramente ese joven va a ese lugar con el único objetivo de prostituirse con algún viejo. Una cortina de terciopelo burdeos divide el hall de la sala. Al pasar por ella todo está muy oscuro, diviso piernas de hombres que se encuentran de pie, esto me parece sospechoso, ¿por qué no se sientan? miro a mi izquierda y en la gran pantalla se ve un primer plano  el poto de una mujer,  por el ano le salen unas bolas chinas, a pesar de que he visto porno antes nunca lo había visto en este tamaño y esto me impacta quedo de pie mirando unos segundos, Massiel, mi acompañante, me pregunta si quiero sentarme, le digo que sí. Avanzamos hasta unos asientos, se ven limpios pero viejos, no son como esas butacas de cine modernos sino asientos de madera acolchados y cubiertos de cuerina roja, hay una bolsa atrás de uno probablemente con basura pero prefiero dejarla ahí, no la tocamos.

Aquí me quiero detener para explicar algo. Por lo que me han dicho al verme muchos han pensado que soy gay (todo esto me parece extrañísimo, en el sentido que la apariencia no define orientaciones, pero eso da para una larga explicación). Por otra parte iba acompañado de una mujer en un lugar donde solo van hombres, y esto fue tema en nuestra conversaciones previas, primero temíamos que no la dejaran entrar y ya dentro tenía el miedo de que alguien se le acercara con quien sabe que intensiones. Así que de entrada no pasamos desapercibidos y así lo sentimos.

Nos sentamos, hay alguien detrás de nosotros, eso ya me incomoda, de a poco comienzo a ver los asientos de las filas delanteras, la sala es muy grande y veo algunas cabezas. La película no tiene nada que ver con Los Simpson, me siento estafado. Vemos una larga escena de doble penetración, la película se ve añeja, como porno de los 90, los peinados delatan su antigüedad y todo se ve artificial, siento que el porno actual es menos actuado y más casual,  acá todo parece forzado. Siento que nos miran a cada momento pero no quiero devolver miradas para corroborarlo. Como no quisimos alejarnos de la entrada, por miedo, podemos ver a quienes entrar y salen. Por los pasillos que separan los asientos pasean personas, jóvenes como de mi edad o menores y transexuales que no se sientan nunca y miran hacia los asientos buscando clientes que nunca les hacen las señas solicitando sus servicios, haciendo un recorrido por toda la sala hasta que salen. En un fila que no alcanzo a ver bien siento ruidos constantes de la madera crujir pero no duran más que unos segundos. Alguien de harta edad que esta una fila adelante a la nuestra derecha se pone de pie y se retira, más tarde la Massiel dijo que sintió al viejo pajeandose, porque el asiento crujía y  escuchó jadeos, yo por suerte no sentí nada. Tres filas delante de nosotros se sienta otro anciano, está casi en frente nuestro, mira hacia atrás, hacia nosotros, varias veces. Antes me había parecido todo pintoresco pero ahora es decadente e incomodo. Luego un viejo se para cerca de mí por el lado izquierdo, me dan ganas de salir, de arrancar pero me siento incapaz de moverme. La escena ya cambio y aparecen dos hombres y una mujer caminando, conversan algo improvisado e inentendible, luego hay sexo oral pero hace varios minutos que la película es lo que menos me importa.

No puedo determinar de forma exacta cuanto tiempo estuvimos ahí, yo estimo entre 7 y 15 minutos. Estando dentro perdí el control del tiempo. La Massiel me pregunto si quería seguir viendo, le dije que no y salimos. Al salir me contó que hace rato quería salir, que estuvo mucho tiempo pensando en cómo preguntarme si  quería seguir viendo porque decir “te quieres ir” en ese contexto se podía mal interpretar. Nos fuimos caminando a bellavista para tomarnos una cosita, en el camino comentamos la experiencia del cine con muchas risas y coincidiendo en que fue una experiencia incomoda, que era algo de lo cual no nos arrepentíamos aunque no volveríamos a hacerlo.


Terminamos tomando en calamar, creo que nos tomamos 2 cervezas escudos de litro. Hablamos de más cosas extremas o extrañas para hacer en Santiago como ir a un motel barato, a un night club, hacer un trío, probar pasta base y otras cosas de las que la mayoría no estoy dispuesto a hacer. De eso pasamos a hablar de nuestro pasado, historias amorosas de los dos. Me contó de sus experiencias de moteles, de uno muy insalubre y asqueroso que tenía una cama redonda y galletas Serranitas en el velador. En un momento sonó de fondo una canción de Marco Antonio Solís y cantamos "sé que no hay un corazón que sienta lo mismo por ti" y sentí una pequeña tristeza. Cuando fui al baño me dieron ganas de llorar. Recordé la primera vez que estuve en este mismo lugar, lo insoportable que era en ese tiempo. Salimos del lugar, ya eran como las 10 y media de la noche. Tomamos el metro y ella se bajo en Departamental. Desde esa vez que no la he vuelto a ver.

Aquí la experiencia de mi acompañante